Vida y Obra
"No olvidéis el amor". La pasión de Maximiliano Kolbe
Este relato comienza como una novela y acaba con un conmovedor réquiem en memoria del pequeño franciscano, que hizo amigos entre todos los hombres.
No olvidéis el amor relata, según documentos -algunos de ellos inéditos- entregados al autor en el Vaticano, las aventuras y el final heroico de un joven polaco de familia muy pobre y que provocaba la admiración de sus maestros por las muchas dotes que poseía. Lo vemos encaminado hacia una gran carrera de ingeniero o de inventor. Pero escogió la vida religiosa "para convertir la tierra entera".
Tuvo éxito en todas sus empresas. Poco antes de la última guerra, dirigió una verdadera "ciudad mariana", el convento mayor del mundo -setecientos franciscanos- y una enorme imprenta con treinta y tres rotativas, que editaba trece publicaciones, la principal de las cuales tiraba un millón de ejemplares. Llegó hasta el Japón, en donde, sin dinero y sin conocer el idioma, en el plazo de un mes organiza el lanzamiento del mayor diario católico japonés.
Es detenido y deportado a Auschwitz, donde en agosto de 1941 sustituye a un compañero condenado a morir de hambre. Muere después de catorce días de agonía.
En el transcurso de su proceso de canonización, a pesar de una fuerte oposición por parte de los expertos en teología, Juan Pablo II lo proclamó santo y mártir, el 10 de octubre de 1982.
André Frossard nació el 14 de enero de 1915, en Colombier-Châtelot (Doubs) en una familia protestante por la rama materna y una abuela judía por la rama paterna. Su padre, que había sido secretario general del partido socialista con 28 años, fue elegido a los 30 años primer secretario general del Partido Comunista francés. André Frossard se convirtió al catolicismo, por una gracia especial de Dios, el 8 de julio de 1935, cuando entró en la capilla de las religiosas de la Adoración, en la calle Ulm de París. T