Una convivencia es una regalo para quien desea aprovecharlo. Es cierto que hoy las convivencias tienen sus «contras»: las noches. Tienen sus «pros»: la posibilidad de reflexionar y de encontrarse personalmente con uno mismo y con el Evangelio. Se nos presenta aquí cuatro convivencias para todo el curso: iniciar el curso, Navidad, Semana Santa y final de curso. Los animadores podrán seguirlas como el autor las ha concebido, utilizarlas como material para confeccionar una convivencia personal o adaptarlas a la situación del propio grupo.