Las dinámicas que encuentras aquí agrupan dos inicios: el inicio de curso y el inicio del año litúrgico. Los dos van muy seguido. También en el libro. Se trata de veinte dinámicas con una estructura sencilla y una metodología eminentemente práctica. Al inicio de cada una de ellas encontrarás una síntesis que te ayudará a descubrir lo que quieres transmitir; una descripción de los destinatarios a los que se dirige; una especificación del objetivo que se quiere alcanzar. La duración te ayudará a adecuar la dinámica al tiempo del que dispones. En el desarrollo de la actividad, deberás poner especial cuidado en los preparativos, en los materiales, no dejando nada a la improvisación. finalmente, y, «con todo en su sitio», podrás pasar a la realización de la dinámica. Se apunta un momento de oración para pasar por el corazón de Dios todo lo vivido, experimentado y aprendido. Una catequesis no es simplemente un lugar de aprender cosas sino una iniciación a la oración y al compromiso (no se puede deja todo lo experimentado en «agua de borrajas»).