Ricardo Blázquez reflexiona sobre las perspectivas y desafíos que se abren ante la humanidad en general y la Iglesia en particular al inicio del tercer milenio. Para la Iglesia es meta y comienzo, invitación y llamada a la esperanza. La carta apostólica Tertio millennio adveniente de Juan Pablo II señaló algunas aspiraciones y grandes temas: purificar la memoria histórica para perder lastre y adquirir nueva disponibilidad evangelizadora; afianzar la vida sobre los cimientos de la fe cristiana, escuchar sin cesar lo que el Espíritu dijo a las Iglesias en el concilio Vaticano II. El libro gira en torno a estas perspectivas de la humanidad, de la fe en Dios, de la Iglesia y de la misión cristiana: Dios Padre, Hijo y Espíritu santo; la Iglesia ante los retos lanzados por el discurrir histórico; el martirio como confesión suprema de la realidad de Dios, de la dignidad humana y de la vida eterna; la asamblea eucarística dominical como fuente insustituible de vida cristiana; la memoria de las personas que con su excelencia humana y cristiana han sido paradigma de lucidez y de magnanimidad en las pruebas...