El Santo Rosario es una forma de oración sencilla y, a la vez, profunda, que nos ayuda a avanzar en nuestra vida de fe y nos acerca a Jesucristo con serenidad y con dulzura. Como explica Pablo VI en Marialis Cultus, el rosario surgió como la oración de los sencillos y de los pobres, que ni saben leer ni tienen medios para comprarse libros. Es una oración profundamente bíblica, esencialmente centrada en Jesucristo que, lejos de ser una alternativa a la liturgia de la Iglesia, se propone como complementaria a la misma. Más aún, es una verdadera catequesis, pues lo que nos recuerdan los misterios del rosario es la síntesis del credo, que confesamos los seguidores de Jesucristo: creo en el Padre, creador; creo en el Hijo, redentor y salvador; creo en el Espíritu Santo, vivificador.