Viktor Frankl (1905-1997) fue un relevante y afamado psiquiatra vienés, catedrático de Psiquiatría y Neurología. Su aportación más genuina al quehacer médico es un modelo y una técnica de psicoterapia: la logoterapia, una psicoterapia que arranca de la dimensión espiritual del hombre y se sirve de la fuerza del espíritu en beneficio de su acción terapéutica. La logoterapia, como toda psicoterapia, precisa sustentarse en una previa concepción antropológica, en una metaclínica. Si se entiende metaclínica aquella orientación del médico que, por encima del acto estrictamente clínico, pretende una comprensión y visión del hombre entero y del hombre completo. "No hay psicoterapia sin una imagen del hombre yuna concepción del mundo" (Frankl). Las acciones de la praxis psicoterapéuticas necesariamente se impregnan, de forma implícita o explícita, de la imagen del hombre y de la cosmovisión sostenida por el psiquiatra, y el enfoque antropológico representa una mejor y más honda ventaja terapéutica que, incluso el dominio de la técnica o la aplicación del método correcto. En la teoría frankliana se denomina "análisis existencial" al intento por concebir una antropología (metaclínica) sobre la que fundamentar y asentar la logoterapia.