Aunque el Diccionario de la Biblia de A. van den Born, H. Haag y S. de Ausejo (Herder, Barcelona 1963, 9 ed. ,1987) siga siendo un instrumento sin parangón en su género, se hacía indispensable una revisión completa que tuviese en cuenta las investigaciones, descubrimientos y nuevos interrogantes planteados a la Biblia durante el último cuarto de siglo. Herder brinda ahora al lector la posibilidad de tener en sus manos el resultado de esta tarea de revisión, que durante tres años ha mantenido en vilo a un equipo del "Centro: Informática y Biblia" de Maredsous, bajo los auspicios de un comité de seis revisores científicos y alrededor de 111 colaboradores, procedentes de todos los horizontes de la exégesis francófona e internacional. Los recursos de la informática han permitido comparar y posteriormente integrar en el conjunto del Diccionario unas 13000 citas bibliográficas. Otros controles automatizados se han referido a la coherencia de las remisiones y de las subdivisiones de las más de 4000 entradas de que consta la obra. El sistema adoptado para la transcripción de las lenguas bíblicas responde a las normas científicas al uso en este campo: para reducir al máximo las posibles ambigüedades, cada signo de los alfabetos de partida se transcribe generalmente por medio de un único signo, siempre el mismo. La exhaustividad de las entradas es una de las principales exigencias que el lector tiene derecho a plantearle a una obra de tipo enciclopédico. También en este punto se han realizado avances. Concretamente, el Diccionario contiene entradas referentes a: -Todos los libros de la Biblia. -Todos los topónimos y poblaciones que se citan en ella. -Todos los personajes del AT (a excepción de algunos que sólo figuran en listas) y del NT (a excepción de algunos nombres que aparecen en las genealogías de Jesús). -El conjunto de los animales, vegetales y minerales del mundo bíblico, y sus derivados.