Uno de los principales testimonios de la Iglesia del silencio, que sufrió la terrible opresión del comunismo con la connivencia de muchos intelectuales occidentales.
Las Memorias del Cardenal Mindszenty constituyen uno de los testimonios más dramáticos sobre medio siglo de historia de Europa. Primado de Hungría, enfrentado a los alemanes y a los colaboracionistas de Horthy, se convirtió, a partir de la ocupación soviética, en el defensor obstinado de los valores de la Iglesia húngara. Condenado a prisión en 1949, fue torturado repetidamente y sometido a un proceso farsa, todo ello con el intento de plegar su voluntad a los deseos de los comunistas. Fue liberado durante la revolución de 1956 y estuvo refugiado en la embajada de los Estados Unidos hasta 1971, momento en el que tuvo que exiliarse a raíz del comienzo de la Ospolitik, hecho que le causó un gran dolor.
Mindszenty es uno de los principales testimonios de la Iglesia del silencio, que sufrió la terrible opresión del comunismo con la connivencia de muchos intelectuales occidentales.
La lectura de esta obra nos presenta a un Obispo que debe su única fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia y que, por ello, está dispuesto a sufrir las mayores penalidades: "Cuando se ha traspasado la sesentena, llega la hora de escribir las memorias si se tiene algo que decir al mundo. Por lo que a mí respecta, lo que me hace coger la pluma son los destinos de mi patria y su Iglesia. No puedo, por desgracia, ser "laudator temporis acti" como otros hombres afortunados. En mis recuerdos, el dolor y la forzada pasividad ocupan la mayor parte de mis años. Como el paciente Job, sometido a tan duras pruebas, durante un tenebroso período de mi vida se abatió sobre mí la desdicha. Por ello, no voy a relatar tan solo lo edificante, tan solo lo satisfactorio; relataré cosas de la vida, de cuántos pesares pero también cuántos consuelos contiene, hablaré, dicho en breves palabras, de la verdad".