El evangelio de Marcos es una gramática del buen discípulo, del buen seguidor de Jesús. Y algunas mujeres tienen en él un protagonismo peculiar. El comentario de Teodor Suau une estas dos características: "Quisiera mostrar cómo la figura de las mujeres que van surgiendo a lo largo de la narración evangélica sirven a Marcos para hacer la descripción del verdadero discípulo". Con un estilo rápido, ágil, se presenta este itinerario: desde la suegra de Pedro hasta las mujeres que acuden al sepulcro vacío. Y cada una de ellas es un paso en el camino que va de la servidumbre de la fe.