La paradoja es que cuando la cuaresma, socialmente, parece ya no existir, en la teología y en la liturgia ha ganado unos tesoros preciosos. "Hemos perdido ambiente pero hemos ganado realidad. Ahí está la Cuaresma como un desafío". La Cuaresma es un posible camino de renovación, de progreso cristiano, pero es un camino poco y mal conocido. Estas páginas quieren ayudar a seguirlo y valorarlo, etapa a etapa, día a día, a través de la liturgia, de su espiritualidad, de sus "ejercicios". Una guía, una incitación, que espera respuesta. Porque "en cierto modo la Cuaresma nos la tenemos que crear nosotros para gustarla y vivirla".