Estudios Teológicos
El Evangelio de Mateo. La mirada a Jesús crea el difícil consenso en una Iglesia plural (Mt 21,1 - 28,20; 1-2,23)
La pluralidad que hoy día conlleva la globalización obliga a repensar la fe desde perspectivas no etnocéntricas, ni latinas ni occidentales. Un reto análogo al de la comunidad donde se escribe el evangelio de Mateo, que fue libre, carismática y abierta a la universalidad. Tuvo serios problemas de comunión entre sus cristianos judíos, aferrados al judaísmo de siempre, y los convencidos de que, para ser fieles a Cristo, debían superar los estrechos límites tradicionales. Sus hombres y mujeres santos y sus rabinos supieron mirar el rostro y la libertad del Jesús de los años treinta. En este segundo volumen contemplamos asombrados cómo, con la sagrada ley de Israel, los sumos sacerdotes declaran blasfemo y ejecutan al Hijo de Dios; y cómo Dios lo reivindica exaltándolo a su derecha. Es el escándalo de un Dios crucificado, un «vino nuevo que revienta todos los odres viejos», que cambia las costumbres, las leyes, las preconcepciones que unos y otros podemos fabricarnos. Concluimos el segundo volumen por donde empieza el evangelio: por la infancia (contemplaciones llenas de mística y poesía que forman parte del último estadio de la tradición). Nos sorprenderá que la «Luz» sea percibida, no por los sabios de Israel, sino por los sabios paganos, buscadores del trasfondo sutil de la realidad que escrutan los signos de su tiempo. Nos descolocará también descubrir que aquel a quien confesamos como Hijo de Dios quedó marcado desde la infancia por la emigración forzada, con todas las dificultades que en el siglo XXI vemos por doquier.