Vida y Obra
Algunas consideraciones sobre el pensamiento de Martin Heidegger. Señales de su trasfondo religioso
El pensamiento de Martin Heidegger fue siempre polémico y controvertido. Se le catalogó, rápidamente y sin esperar, dentro del existencialismo ateo o del agonismo más evidente. Sin embargo, se olvidó, fácilmente, como recuerda su sobrino y sacerdote Heinrich Heidegger, que creció como monaguillo en la sacristía de la iglesia de Messkirch y que vivió con respeto piadoso las ceremonias religiosas de los diversos tiempos litúrgicos. Su espacio y atmósfera natural era la iglesia. Tengo que reconocer que, desde el primer momento, me fascinó el pensamiento de Martin Heidegger. Escribí sobre la existencia del hombre sentida como llamada, como interpelada por una instancia superior, como interpelada por una instancia superior, como vocación en Sein und Zeit en san Agustín, y también sobre el problema de la muerte en ambos pensadores. Me agradó y me admiró siempre saber lo que Martin Heidegger dijo a su sobrino cuando, con motivo de la celebración de su primera eucaristía, le regaló las Obras de san Agustín. Le aconsejó que leyera con asiduidad a san Agustín, pues "su lectura le regalará enriquecimiento, estímulo e inspiración, pero, sobre todo, le hará sentir que Agustín es una fuente inagotable que fluye constantemente".