El deseo del presente volumen es contribuir con una aportación investigadora, profundizando en la presencia de María en la relación entre liturgia y piedad, y, en cuanto el modo en que ha sido recibido y desarrollado por el magisterio dicho vínculo a partir del Concilio Vaticano II. Es necesario proponer, bajo la luz magisterial y la ciencia litúrgica, herramientas que faciliten la comprensión de esta sana y necesaria relación. Al mismo tiempo, aún hoy, a más de 50 años de Sacrosanctum Concilium, sigue siendo importante entregar a los pastores de la Iglesia un marco teológico referencial para comprender de manera sana el porqué y la riqueza de la persona de María en el culto cristiano.