Esta obra intenta responder al desafío lanzado por Albert Camus en su Sísifo: "Sí, el ser humano es su propio fin y su único fin. Si quiero algo, es en esta vida. Mi reino es de este mundo". Y lo hace a través de una reflexión interdisciplinar sobre la escatología y la esperanza cristiana, donde intervienen, en actitud de diálogo respetuoso y exigente, las diferentes disciplinas implicadas, preferentemente la filosofía y la teología. El diálogo, además de interdisciplinar, es interreligioso: en él se dan cita las diferentes religiones con sus peculiares concepciones y experiencias de la salvación y con su común dialéctica entre el anhelo de inmortalidad y la conciencia de caducidad. En la presente reflexión interactúan la exégesis bíblica y la hermenéutica teológica: la primera explicita las principales categorías-matriz de la experiencia religiosa tanto veterotestamentaria como neotestamentaria; la segunda arranca del ser humano radicado en el tiempo, con la mirada en el futuro y comprometido en y con la historia. El clásico tratado de la escatología se torna en este libro teología de la historia en comunicación fecunda con la filosofía de la historia, teología de la esperanza en sintonía con la filosofía de la esperanza, teología crítica y transformadora del presente a la escucha de quienes critican el más allá por alienante y ajeno a las tareas históricas, reflexión cristiana que intenta armonizar y reformular las dos preguntas kantianas: "¿Qué debo hacer?" y "¿Qué me cabe esperar?".